Este libro me leyó mi mamá en estos días de convalecencia. Mientras se está cerrada los ojos y escuchar lo que escribió Rulfo, me hizo imaginar nítidamente a los muertos y demás cosas excepcionales de este libro. Es como si hubiese viajado a la finca de mis abuelitos, con las personas que viven allí con sus creencias, cuentos, secretos, palabras, sentimientos y demás que hacen que cada vez que hablo con ellos se me erice el cuerpo y quiera adentrarme más en ese mundo. No me dio miedo, porque en el campo en el que yo me crié con mis hermanos abundan éstas historias. Me recordó lo que me contaba mi abuelo de cuando murió su papá. Algún rato les contaré. Claro que mi bisabuelo solo tuvo cuatro hijos y no como Pedro Páramo que tenía muchos, además mi bisabuelo murió de cáncer de estómago y no de una cuchillada dada por Abundio el propio hijo de Pedro Páramo. Vivir en el campo hace que nuestra mente viaje por los relatos que escuchamos de la gente que vive allí. Es un bonita y a veces tenebrosa experiencia.
Este es el patio principal de la finca de mis abuelos. Todavía hay gente que dice que a mi abuelo lo ven caminar por este patio, considerando que él está muerto hace cuatro años.
Esta es una foto de la platanera que mi abuelo sembró hace treinta años, así que aproveché para tomar una foto en una mañana muy brillante. Los vecinos dicen que algunas veces se oye como si alguien estuviera trabajando entre las altas plantas de guineo. Yo si puedo decir que jamás he visto o escuchado nada.
Estas son fotos de mi hermana gemela y yo, que somos las autoras del blog, en la playa que mi abuelo hizo hace cuarenta años.
Déborah Bracero
ResponderEliminarLeyendo lo que escriben en verdad que en el campo hay muchas historias, no se si sean falsas o verdaderas, pero al menos cuando pasamos las vacaciones allí nos divierten, acuérdense cuando alrededor de la fogata no podemos ni siquiera irnos a dormir por el miedo de lo que escuchamos ja ja ja.
Pero si tu no nos cuentas los cuentos miedosos. Entonces no sabes lo que es el miedo???
EliminarSandra Bracero
ResponderEliminarY los cuentos que les contaba yo, acuérdense cuando nos tocaba dormir en cama general a todos.
Siempre fuiste la que mejor cuenta cuentos miedosos, hasta los adultos se mueren de miedo con tus cuentos.
EliminarGladys Tobar
ResponderEliminarNUnca ha visto a su abuelo por allí. De todas formas intentaré poner atención en lo que pase.
Déborah Bracero
ResponderEliminarPedro Páramo es un libro en donde todos están muertos, y en la finca nunca he visto nada. Pero recuerdan cuando Don José contó lo del aguacero y que papito Guillo había venido.??? desupés de muerto. ¿será?????
Tu no has visto porque amas a la finca, pero yo si he sentido algo en la cascada.
EliminarPablo ZAmora
ResponderEliminarSi es de cosas de miedo que hay que recordar recuerden los cuentos que contaba Papá Guillo a todos los nietos y todos teníamos miedo hasta de respirar ja ja ja
Ves que si existen los fantasmas. Te acuerdas cuando dijeron que Papá Guillo fue a la finca la noche que murió ????
EliminarAndrea Bracero:
ResponderEliminarme gustaría leer este libro aunque me de un poco de miedo,me acuerdo de mi abuelito que siempre me daba frutillas y me contaba sus historias mientras comía su sopa nunca me contó una de miedo pero a mis hermanos si les conto
TIta, usted no puede leer lo miedoso, porque ni las películas ve, y luego no va a querer irse a la finca.
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