Esta es el tipo de novela que hace que en los momentos en que me siento triste me levante el ánimo y vea que aun cuando en la vida real estemos tristes por cualquier cosa, solo recurriendo al libro exacto nos demos cuenta que es verdad que en la vida se suceden días buenos y malos pero que en realidad si somos positivos los días malos desaparecerán como por arte de magia si los días buenos son más.
Claro que Cervantes escribe de una manera especial en la que muchas veces debemos releer nuevamente el párrafo, pero miren cómo escribe:
"¡Válame Dios y cómo los apretados trabajos turban los entendimientos! Yo, señores, con el deseo que tengo de hacer el bien no he mirado lo que he dicho, porque no es posible que nadie pueda demostrarse liberal de lo ajeno. ¿Qué jurisdicción tengo yo en Leonisa para darla a otro? o ¿cómo puedo ofrecer lo que está tan lejos de ser mío? Leonisa es suya, y tan suya, que, a faltarle sus padres, qué felices años vivan, ningún opósito tuviera su voluntad; y si se pudiera poner las obligaciones que como discreta debe de pensar que tiene, desde aquí las borro, las cancelo y doy por ningunas; y así, de lo dicho me desdigo y no doy a Cornelio nada, pues no puedo...."
Dice todo esto Ricardo para indicar que está en Leonisa el aceptarlo o no, sabiendo de antemano que él la ama por sobre todas las cosas. Con esto se ve difícil la forma de utilizar el castellano.
Deborah Bracero
ResponderEliminarCervantes es Cervantes. Para mi fue difícil leerlo en el colegio. Les felicito. El amor en todas las épocas es lo mejor del ser humano
El amor es Dios, y Dios está en todas partes. Gracias por indicarnos y mostrarnos eso a cada rato.
EliminarGladys Tobar
ResponderEliminarQuien no ha leido los clásicos no sabe de lo que se pierde.
Los clásicos son clásicos, algunos difíciles de leer , pero gracias a su apoyo lo logramos cada día mejor
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