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martes, 29 de abril de 2014

"El gran Concilio" de Debcat


 El gran Concilio                                                       
En cada uno de los rostros ahí presentes se expresaba claramente la honda preocupación que los aquejaba. El que llevaba la palabra era una imitación de un pequeño y obeso hombrecito, calvo totalmente con apenas las sombras claras de lo que alguna vez fue pelo tras de sus orejas, era tan blanco que parecía papel, tenía una voz fuerte y ronca, se dirigía a los presentes pidiéndoles calma  y tranquilidad. Pero los murmullos no paraban, y denotaba que la preocupación y el temor reinaba en el ambiente. Todos querían opinar, el desasosiego se entremezclaba con la pena y hasta algo de dolor. Querían opiniones y respuestas claves para poder superar esta situación. Velasco, que así se llamaba el gordo, consiguió al fin calmar a su auditorio. Su voz ronca había logrado callar a todos, dijo: “ No se preocupen. Sé que a todos nos duele, pero debemos tener paciencia. No debemos desesperarnos”
Se levantó una especie de Micky Mouse, por los colores blanco, negro y rojo, en lugar de ojos tenía dos botones negros grandes que no compaginaban con su cara, y le daban un aire de necesidad y pobreza. Al hablar su voz se quebró, pero sus ojos no podían expulsar lágrimas. “Amigos, sé que  debería  ponerme en su lugar, trato en lo posible de hacerlo, mi caso está fuera de todo, como todos ustedes saben. He pasado ya tres generaciones en la misma familia, y bueno… cada una me ha amado más que la otra. Yo opino que debemos tomar medidas que de una vez por todas solucionen ésta realidad”
Tomó la palabra, un pequeño tigre, en algún momento debió haber sido de peluche, en ese momento simplemente era, una especie de mota enorme de lana sucia, amarillenta y café. “Es verdad, no nos sigamos quejando, sólo precisemos lo que vamos a hacer y listo.”
“Pero entonces ya, empecemos a enumerar las acciones”  Estas palabras las dijo un bebé cuyo cuerpo era de tela desgastada a la que a duras penas le tapaba un saco de lana raída pero limpia con una gorra del mismo color que tapaba su casi blancos cabellos.
“Lo primero que debemos hacer”, dijo Velasco, que a  ese momento se había autonombrado presidente de la sesión, “es que de alguna manera nos hagamos sentir, y hablar con nuestros niños para que volvamos a ser como antes, sus amigos imaginarios.”
En medio de la expectativa de todos, se oyó una voz  cantarina pero totalmente diferente a las que se escuchaban, era como si alguien la detuviera para que no se la oiga. Todos dirigieron sus ojos, al menos los personajes que lo podían hacer, hacia el lugar de donde provenía la voz. Era un foto gigante, casi de un metro de alto, había un chico rubio, con unos ojos tan dulces que trataba de hablar pero debido a que era plano, pues era una fotografía, muy buena por cierto, no lo podía hacer con facilidad. Su nombre cruzaba casi todo el pie de la fotografía Justin Bieber. Los presentes lo miraron esperanzados de que de su boca plana salga alguna idea perfecta para la situación. “ Deben tomarnos en cuenta a todos, considerando que hoy por hoy, las fotografías también hemos tomado el papel de amigos imaginarios”
“Estamos de acuerdo  con Justin”. Corroboraron a coro los personajes existentes en una fotografía no tan grande, pero sí suficiente para dejarse oír, el nombre escrito a un lado de ella decía One Direction. “ Tomen en cuenta que ahora muchos de nosotros hemos pasado a formar parte de la vida de los adolescentes que pasan solos en su casa, escuchamos las experiencias de nuestros dueños, y eso nos da voz y voto en esta reunión.
“Es verdad”, acotó Velasco,” creo que en este concilio deben participar todos aquellos que de alguna forma  comparten la vida con sus respectivos dueños: quiero decir, si ustedes están de acuerdo podrán opinar muñecos, fotografías, juguetes y todo aquello que de alguna manera escuchen o sean partícipes de la vida de nuestros dueños”.
Una vocecita apenas audible se levantó en medio de la expectativa. Provenía de un pequeño diario rosado, que tenía flores hechas de corrector blanco, y pintado por todo su exterior de flores rojas y  azules ”Deben considerarnos a nosotros también como parte de esta reunión, Hemos sido por siglos los amigos infaltables de cantidad de chicas, que apenas dejaron sus juguetes nos tomaron como sus mejores compañeros de aventuras”
“¿Se puede considerar  como amigo, a alguien que solo se lo utiliza para escribir y no se espera que le aconseje como nosotros los hacemos?.” Dijeron al unísono dos gemelitas pequeñas y graciosas, sentadas en un destartalado carrito con una sola llanta”.
“Si ya aceptamos que las fotografías participen, entonces los diarios pueden hacerlo. Piensen en lo que muchos maestros  en las escuelas y colegios, dicen que mientras escribamos lo que hacemos será más fácil que nos demos cuenta de lo que hacemos y  hacia dónde vamos”. Contestó Justin Bieber.
“Si alguien se opone, hable ya… Parece que todos estamos de acuerdo. Habló Velasco con su potente voz. “Les expongo lo siguiente: estamos en una época en la que la imaginación está siendo desplazada por los juegos electrónicos y el internet en todas su formas: Facebook, twiter, what’s ap y creo que muy pocos humanos nos necesitan, así que debemos actualizarnos de alguna manera. Nuestro deber es encontrar esa forma”.
“Consideren, que muchos de nosotros vienen con aplicaciones diversas y novedosas y aun así no llamamos la atención” Hablaba tímidamente el Mono Pícato, casi gris de tan manoseado, al que apenas se distinguía su color blanco de cuando nuevo.
“Pensemos que debemos hacer”. Dijo con estentórea voz, la vaca Segismunda, que tenía su nombre en la frente, escrita con tinta verde, con letra casi ininteligible. “Debe ser algo fuera de lo común y que considere que ahora no solo los niños y jóvenes están solos en sus casas con cantidad de comida y suficiente dinero para hacer barbaridades, mientras sus padres está afuera empecinados en trabajar para darles más dinero. Piensen también en los abuelos, que de alguna forma se alejaron de su rol en la familia”
“Es un buen punto” Dijo la gata Carlota, que algún momento fue sedosa. “Consideren que hoy muchos de ellos se han hecho cargo de la educación y mantenimiento de sus nietos y no tienen tiempo de contarles historias mucho menos de escucharlos, de tan cansados que quedan después de tratar de  caminar a la par de la juventud, cuando lo que deberían estar haciendo es esperar a los chicos para poderlos malcriar con golosinas, enfrentando el enojo de sus papás”
El auditorio quedó en completo silencio. Nadie dijo nada. NI siquiera se escuchaba el vuelo de una mosca. Los ojos de los presente iban y venían de un lado al otro, como si buscarán las respuestas en esas miradas preocupadas y llenas de desencanto.
Hasta que de pronto…
Una maltrecha cuna de madera café, enorme para un niño normal. Habló.
“ Queridos presentes. Sé que no estoy considerado en esta sesión porque soy un mueble. Pero les voy a contar mi historia. Me compró el papá de un niño muy largo al nacer. Por eso mi tamaño. Apenas cumplió el año de edad, me cambió por una cama, fue un niño que pronto se sintió “gande” como él decía. Y yo quedé para que me pongan encima toda la ropa recién lavada de la familia, hasta que el hermano mayor de mi dueño original se sintió tan desplazado por su hermanito recién nacido que empezó a dormir en mí. Se hizo muy dependiente que muchas veces yo amanecía totalmente mojado, hasta las tablas del piso. El niño vertía tantas lágrimas en la noche que la pena mía era infinita. Un día vino su abuela muy enferma, a dormir en el cuarto, porque no tenían otro en la casa. Sin más los dos empezaron a escucharse hablar, llegando a ser muy buenos amigos. Mi niño y su abuela se levantaban juntos al baño, y ninguno de los dos volvió a mojar  su cama y sus risas conspiradoras se escuchaban por toda la casa. Mi consejo es que todos ideemos un plan para que los niños  y sus abuelos se unan y se conozcan”
“¿Eso implica que nosotros desaparezcamos?” Dijo Velasco.

“Así es. Pero es la única forma de luchar contra la soledad que les impele a los abuelos y a los nietos a hacer cosas que afectan a toda la familia”. Aclaró la cuna de madera. “Cada uno se buscará, aun cuando la tecnología los separe.” Todos quedaron silenciados ante la verdad de la propuesta.

5 comentarios:

  1. Gladys Tobar
    Es admirable como la imaginación de ustedes de vida a cosas inertes y nos hacen ver como es necesario incluir en forma absoluta a los abuelos en la familias que en algunas de ellas les aislan y aquí vemos que solución a la soledad actual es la amistad entre las personas solas.

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    1. Lo bueno de todo es que tuvimos los abuelos y la madre que nos apoyaron para que nuestra imaginación vuele. Gracias por todo

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  2. Debomh Bracero
    Me gusta como escriben. Me enternecen tanto lo que ustedes sienten, continuen y no desmayen es duro el camino pero ustedes tienen tanto en su corazón que deben compartirlo con el mundo

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    1. A veces pensamos que como eres nuestra mamá, eres juez y parte. Gracias por ser nuestra fan número 1.

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  3. Deborah Bracero
    Me gusta como escriben. Me enternecen tanto lo que ustedes sienten, continuen y no desmayen es duro el camino pero ustedes tienen tanto en su corazón que deben compartirlo con el mundo

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